Sufrimiento y degeneración músculo-esquelética en la edad infantil, y en especial de la columna vertebral.
En la etapa de crecimiento por la que están pasando los alumnos se intentará no perjudicar sus estructuras con excesivas presiones sobre ligamentos, cartílagos, etc.
A las edades que corresponden primaria y secundaria, las lesiones por sobreesfuerzo son muy frecuentes, siendo la rodilla y la columna vertebral las más afectadas. En especial nos podemos referir a la columna vertebral, ya que por motivos de ejercicios y posturas incorrectas se producen microtraumas continuos.
En cuanto a la columna debemos partir siempre de la higiene postural de nuestros niños o adolescentes. Una mala higiene no hará si no perjudicar las estructuras internas músculo esqueléticas en el sentido de deformarlas, provocando lesiones o agravándolas. Éstas son el ejemplo de la escoliosis, cifosis, hiperlordosis o incluso la cifoescoliosis. Esto podemos resolverlo observando y corrigiendo la postura de nuestros hijos al estudiar, leer, hacer ejercicios de clase, etc. Y ya no sólo eso, la postura al ver la televisión, utilizar smartphones, tabletas, etc. Una abultada hiperflexión cervical seguirá produciendo todavía posturas poco naturales y sostenidas en el tiempo.
Puedes ver el post relacionado con Hábitos poco saludables de las nuevas generaciones.
Pero no sólo tenemos que tener en cuenta factores como la gran cantidad de tiempo que el niño pasa en posición sedente. Después de ésto otro de los factores que más cuentan con el daño de la columna es el momento de cargar con peso y cómo se carga. Hacemos referencia al transporte de libros, bolsas y carteras. Debemos tratar de llevar la mochila pegada a la columna a media altura y nunca por debajo de la cadera. Además, a la hora de transportar bolsas o pesos, éstos deben ser lo más parejos posibles, sobre todo si se deben cargar por un tiempo prolongado. Así mismo, los pesos no deben ser muy altos, si no pesos bajos y tolerables por las características físicas y de la propia edad que muestre la persona en cuestión.
Si a todo ello le añadimos su práctica en entrenamientos o competiciones donde los infantes o adolescentes dan su máximo, en mayor medida agravaremos la probabilidad de lesión.
Para terminar, es importante no alarmarse todo el tiempo por las posturas o ejercicios que hacen nuestros hijos, ya que el juego y el deporte es inherente a estas edades, donde su cuerpo necesita moverse, jugar, saltar, trepar, experimentar, correr, etc. Simplemente con unas cuantas pautas para educar a nuestros hijos en una correcta postura en la vida diaria, podría evitarnos algunos quebraderos de cabeza en un futuro.
Por ejemplo: En una postura sedente o de pie debemos inculcar una correcta alineación de la columna vertebral, con una curvatura natural y no encorvada en la parte dorsal. En la siguiente imagen vemos al principio una correcta postura y al lado vemos una hipercifosis, la cual debemos de corregir.
La mejor manera de corregir esto sería indicarle al niño la postura que está teniendo y decirle que la corrija hacia una más natural. Si hacemos esto una y otra vez estaremos favoreciendo que el sujeto por su cuenta note cuándo tiene una mala postura y la corrija, de forma que este mal hábito desaparezca.
Otro ejemplo y muy común pasaría con la hiperlordosis, que sería una curvatura demasiado exagerada en la parte inferior (lumbar). El procedimiento para corregir esto sería el mismo: Avisar, corregir y repetir hasta que dicho hábito desaparezca.
Lo mismo pasaría con una postura ladeada en la que la columna se desvía hacia un lado, también llamado escoliosis. Nos podemos dar cuenta fácilmente si un hombro está más alto que otro en una posición relajada. El hombro que está más alto señalará que la columna está desviada hacia el lado contrario (abajo lo veremos mejor). El proceso por lo tanto es el mismo, señalar la desviación e intentar corregirla en todas las situaciones posibles.
Aquí podemos añadir que, cuando estamos tumbados nos sentimos más cómodos estando ligeramente desviados hacia la parte en la que se desvía la columna. Es normal, las propias vértebras nos desvían hacia ese lado, sin embargo no estaremos más que aumentando dicha curvatura, por lo que debemos dormir o posicionarnos del lado contrario para acabar con esa mala posición o al menos no aumentarla.
Por último es importante acudir a tu médico, fisio u osteópata para obtener un análisis exhaustivo sobre cualquier malformación y después hacer el tratamiento más indicado posible. La higiene postural es vital para mantener la salud osteo-articular y muscular ya que, si la dejamos estar, nuestros desbalances solo empeorarán con el tiempo, pudiendo necesitar intervenciones más complicadas.
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