El contacto físico como precursor del éxito deportivo

Obtención del éxito grupal e individual a través del trabajo del contacto físico.

¿Sabías que a través del contacto físico podemos mejorar el trabajo en equipo, la confianza con los demás e incluso mejorar el rendimiento deportivo? Si no es así, quédate conmigo un momento y te explicaré cómo sacar partido a tu equipo desde el trabajo de la cohesión grupal y la motivación. Quédate con esto: según un estudio, cuantas más muestras de afecto des a tus compañeros, más probabilidades tendrás de acabar líderes en la temporada.

 

Base para empezar a construir tu grupo (heterogeneidad y frase motivadora).

Cuando queramos construir diferentes subgrupos dentro de nuestro grupo o equipo, debemos tener en cuenta, por supuesto, que cada deportista tiene unas cualidades distintas. Imaginemos que 5 son muy buenos, 7 son regulares con gran potencial y a otros 8 les cuesta mucho todavía. Si hacemos diferentes grupos, estos deben ser heterogéneos, es decir, compuestos por personas desiguales para que cada uno pueda aprender del otro, se ayuden y se motiven gracias a todo lo que están aprendiendo de los demás.

Si por el contrario, los hacemos homogéneos, por así decirlo, buenos con buenos, regulares con regulares y malos con malos, solo encontraremos frustración para los que les cuesta porque no pueden con sus rivales, y aburrimiento para los muy buenos porque no encuentran rival. De este modo, nuestro equipo se nos vendrá abajo.

Una vez sabemos esto (no podemos hacer grupos en los que todos tengan las mismas características), existe una técnica básica para empezar a generar una buena conexión y confianza con el resto, pensar en una frase motivadora. Si además la decimos poniendo las manos juntos o en los hombros, ahí terminarán de consolidarse como equipo.

 

Contacto físico como motor de confianza de unos a otros.

Primero de todo, te voy a pedir que mires a estas imágenes y te pares a pensar en lo que te suscitan sus caras, sus posturas y el vínculo que puedan tener entre ellos.

Quizás te susciten cercanía el uno del otro, confianza, armonía, felicidad, etc. Pocos sentimientos negativos son los que estas fotografías incitan y eso no es ni más ni menos porque todos esos deportistas creen el uno del otro, transmiten su amistad, su seguridad y su fe; y por eso, de forma instintiva o provocada tienden a tocarse. Al final eso hará que su propia autoconfianza, motivación y comodidad mejore, desarrollando, como estadio último, buenos resultados.

Estudio en la NBA sobre el contacto físico y el éxito.

Y esto no es ninguna tontería. Fijaos en un estudio que se llevó a cabo con deportistas profesionales en el 2010 para saber si el contacto físico tenía algo que ver con alcanzar el éxito en la NBA. El estudio consistía en analizar durante la temporada entera de 2008 y 2009 cada choque de palmas, abrazo y palmada que se daban los jugadores en cada partido de esta liga de baloncesto.

¿La conclusión? Como íbamos diciendo, se demostró que el grado de contacto físico podría predecir con gran exactitud el éxito que cualquier equipo podría tener. En este sentido y salvo pocos casos, los mejores equipos tenían más contacto físico entre cada jugador que los que peor acababan en la temporada. Los Ángeles Lakers y los Boston Celtics serían los líderes del estudio y por el contrario, los que menos contacto tenían eran los Sacramento Kings y los Charlotte Bobcats.

Podríamos pensar que había más contacto porque iban ganando. Pero para descartar esta opción, se tomaron en cuenta otros factores y la relación se seguía manteniendo. Incluso entre jugadores, los que más contacto tenían con sus compañeros, más alto aparecían en la clasificación de éxito. Sin duda, estos resultados fueron más que interesantes.

Las razones por las que esto ocurre es porque todo este contacto reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés) y relaja la parte prefrontal del cerebro (funciones ejecutivas, atención, memoria e inteligencia; conducta social, motivación y personalidad). De este modo, nuestro cerebro se siente más liberado y se concentra en lo que realmente importa, que es la concentración en la propia tarea y en la resolución de problemas de forma rápida.

 

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Conclusión.

Para terminar, podemos concluir que no importa el grupo con el que estemos trabajando, tanto si es un equipo de fútbol, baloncesto, crossfit, en la clase de Educación Física o incluso en la oficina. Debemos implantar el hábito del contacto físico para construir buen ambiente y ser un apoyo en todo momento. Quizás de esta forma vuestros resultados empiecen a cambiar. Pasaremos de un trabajo más individualizado, a poner todas nuestras energías, nuestra sabiduría y nuestra experiencia por mejorar el rendimiento y contribuir al triunfo de nuestro grupo.

 

Bibliografía.

  • https://www.researchgate.net/publication/47642304_Tactile_Communication_Cooperation_and_Performance_An_Ethological_Study_of_the_NBA
  • https://psicologiaymente.com/neurociencias/corteza-prefrontal

 

 

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