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Claves para mejorar la motivación entrenando en el gimnasio y sacar el mayor rendimiento posible.
Muchas veces nos ha pasado que no tenemos ganas de ir al gimnasio, ya sea por que se nos hace monótono, por aburrimiento, por que no nos gusta o por infinidad de razones. Pero si queremos un buen cuerpo y estar saludables, debemos sacrificarnos un poco y dejar a un lado esas malas motivaciones.
A continuación te presento 8 consejos para que aumenten tus ganas de entrenar haciendo que éste sea más llevadero. Tenlos en cuenta por que con ellos el entrenamiento será mucho mejor.
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Entrena con tu música favorita.
Resulta lógico pensar, como ya hemos visto en la sección de mujer, que la música lenta echará por los suelos tus ganas de entrenar en musculación o en aeróbico. Necesitarás algo que te active, que te motive, o que te recuerde a algo alegre y optimista.
Existen muchos gustos según la personalidad de cada uno. Por norma general aquella música de ritmo rápido suele activar más a la gente, pero si eres uno de los que la música lenta o incluso clásica le puede activar puedes utilizarla, pero ojo, solo si aumenta tus ánimos.
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Entrenar con un compañero.
Hay muchos tipos de compañeros ya que en los gimnasios existe de todo. Está el hablador (que solo hace eterno tu entrenamiento y no te deja entrenar con la intensidad que necesitas), el principiante (que no sirve para ayudarte bien con los grandes pesos), el que ayuda demasiado (no es que te ayude en la última, parece que te las hace todas), el “vergüenza ajena” (se pone 3 veces más el peso que puede, suele gritar, ir en chanclas o se le puede ver la “hucha” cada vez que se agacha). Podría seguir diciendo personajes pero hay infinidad de ellos y a cual más sorprendente, como el que solo va para mirarse al espejo, el que se hace 20 selfies, el mirón, el patas finas, el que hace ejercicios mientras manda whatsapps, etc. En fín, pero me quedo con el mejor desde mi punto de vista, el motivado.
Este último suele llevar sus tiempos más o menos correctamente, apunta su rutina y te hace tomarte tu trabajo enserio. Además si tiene el punto de gracioso o es buen amigo, no lo dudes y fíchalo por que hará de tus entrenamientos lo más intensos y llevaderos posibles. Además puede formarse una sana competitividad, lo que te daría un punto extra en la motivación.
Depende de tu personalidad, escoge el que más te guste e intenta que sea lo más motivador para ti.
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Descansa.
Para ir al gimnasio debes estar completamente descansado, durmiendo mínimo tus 7 horas y utilizando los días alternos entre semana para descansar más. Si tienes una planificación buena, verás que al final del ciclo de entrenamiento tienes una semana o dos de descanso, esos descansos pueden abrirte los ojos y que cuando vuelvas al gym sientas que te comas las pesas para no perder ni un milímetro de músculo. También puedes tomarte una semana de relax si el trabajo se te acumula, y que día tras día vayas sintiendo más la necesidad de cuidarte y llegar a tus objetivos (después de la semana llegarás al gimnasio como si fueras otro).
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Lleva por escrito tu entrenamiento y apunta tus progresos.
Es de las cosas más importantes que debes tener en cuenta. El hecho de tener tu periodización escrita para ir apuntando las repeticiones, series y pesos, te permite ir observando tu avance y así constatar la evolución.
Todos sabemos, y si eres principiante te lo afirmo, que muchas veces es posible que llegues a un punto en el que tu evolución sea muy lenta debido a que tienes mucho músculo o a que estas llegando a un periodo de estancamiento. Con llevar por escrito tu entrenamiento sabrás con exactitud si has aumentado alguna repetición más o algo más de peso, y solo por esa insignificante cosa, supondrá un extra en tu motivación.
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Ve cambiando tu rutina.
Probablemente el aspecto más importante que tienes que tener en cuenta. Una rutina no puede mantenerse más de dos meses debido a la adaptación que supondría a tus músculos, y por lo tanto ello haría que el cuerpo parase de evolucionar. Si estamos en fuerza resistencia (repeticiones altas), podemos pasarnos a la hipertrofia, después la siguiente rutina podría ser potencia, y por último podemos llegar a fuerza máxima. Cuando termines fuerza máxima y quieres más músculo, puedes volver a hipertrofia, y así sucesivamente. Además puedes utilizar el cambio en los tipos de series que realices o ir cambiando el orden de ejercicios trabajados o sus días.
Puedes echar un vistazo a los tipos de series para entrenar en el gimnasio.
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Metas u objetivos a corto plazo.
El gimnasio o cualquier deporte, por desgracia para nosotros los resultados que se obtienen en cuanto a las progresiones, son lentas y dependiendo de tu somatotipo pueden ser el doble de lentas. Por ello no te desmotives nunca si no obtienes los resultados que quieres cuando quieres.
Casi todos queremos tener un cuerpo fitness y sentirnos bien, pero eso es un objetivo a largo plazo que se consigue con mucho sacrificio y mucho más tiempo.
Por ello aprende a poner objetivos a corto plazo y que la suma de cada uno de ellos vaya llegando al objetivo principal. No pienses que aquellos que tienen cuerpos esculturales les ha costado poco, porque llevan muchísimo trabajo detrás para conseguirlo y mucho además para conservarlo.
Las metas a corto plazo pueden ser: si hoy hago 8 repeticiones con curl de bíceps con 12,5 kg, debo intentar a final de mes llegar a las 11 ó 12, para después incrementar a 15 kg.
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Hacer apuestas entre compañeros.
Los piques sanos entre compañeros o amigos vienen muy pero que muy bien. Ayudan a motivarnos para conseguir algún objetivo difícil y que gracias a la recompensa que se llevará el ganador supondrá tomarte más enserio tu rutina.
Puedes apostar alguna cena a ver quien tiene el abdomen más marcado, una entrada a algún festival a ver quien llega a 80 kg en press banca, o como he visto y vivido en primera persona, ¡que el perdedor recorra una calle larga completamente desnudo…! ¡Gracias a dios yo no perdí!
Ten en cuenta que si apuestas con gente, intenta que estéis más o menos en el mismo nivel.
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Ábrete con tus compañeros de sala.
Habla con ellos, bromea, comenta, pídeles que te ayuden, etc. Aunque parezca una tontería el hecho de que la gente te conozca y te hable te ayudará a ser más positivo a la hora de ir a entrenar. Obtendrás un ambiente más agradable y familiar en la sala, además de que así encontrarás en el gimnasio un ambiente más de ocio que de sufrimiento por el entrenamiento.
Y esto es todo compañeros. Puede parecer que los consejos que doy sean muy obvios, pero son recomendaciones que año tras año la experiencia te hace aprender y que te sirven en épocas en las que todo parece desmoronarse y no hay ganas ni para ver a nadie en todo el día. Muchísimo ánimo y utiliza estos consejos de la mejor forma que puedas.