Respuestas hormonales al entrenamiento de la fuerza

Respuestas hormonales al entrenamiento de la potencia e hipertrofia.

Respuestas hormonales al entrenamiento de la hipertrofia y potencia.

El ejercicio con grandes resistencias es un potente estímulo para hipertrofiar y aumentar la fuerza de los tejidos del músculo. Las respuestas de las diferentes hormonas anabólicas como la GH (hormona de crecimiento), Testosterona o Somatomedina C juegan un papel crucial a la hora de escoger el tipo de entrenamiento y su objetivo. Además de estas, existen algunas más (las cuales no veremos aquí) como insulina y hormonas tiroideas.

Vamos a ver los patrones que siguen la Testosterona, Hormona del crecimiento y Somatomedina C en varones, cuando se les somete a dos protocolos diferentes de entrenamiento como: Uno con un largo descanso y alto peso (P1), usado típicamente para incrementar la potencia muscular (fuerza y la hipertrofia), véase también Gana potencia. Y un segundo protocolo con más repeticiones y menores periodos de descanso (P2), usado normalmente para mejorar la hipertrofia (fuerza, hipertrofia y la resistencia muscular), véase también Gana músculo.

Un ejemplo de P1 (potencia) sería: 5 repeticiones por 5 series en cada ejercicio, descansando 3 minutos.

Otro ejemplo de P2 (hipertrofia) sería10 repeticiones al fallo por 3 series en cada ejercicio, descansando 1 minuto.

Vamos a analizar alejándonos de tecnicismos qué ocurre a grandes rasgos cuando practicamos estos tipos de entrenamientos según diferentes estudios.

 

Aumentos hormonales con el entrenamiento de hipertrofia y potencia.

Testosterona.

En cuanto a la Testosterona (T),  encontramos durante el entrenamiento del P2 un incremento significativo mayor al del P1, sin embargo durante la hora después de haber acabado el ejercicio el P1 muestra que los valores de la T son mayores que el P2, manteniéndose así altos niveles de Testosterona durante el reposo. Cabe decir además, que los valores de esta entre los hombres son muy dispares.

La Hormona del Crecimiento.

La GH por su parte sigue unos patrones incluso mayores, ya que esta puede llegar a incrementarse 4 o 5 veces más que en sus valores normales durante el ejercicio en el caso del P2, y en mucha menor medida en el P1. Como dato curioso, en el caso del P2 la GH se mantiene en sus niveles más altos hasta 15-20 min después del ejercicio, mientras que en el P1 los valores bajan nada más terminar el ejercicio y sube de nuevo a los 30 minutos.

IGF-I.

El caso del IGF-I (Factor I de crecimiento como la insulina) o conocido también como Somatomedina C es más complejo. Se trata de un factor de crecimiento muy potente relacionado estructuralmente a la insulina, siendo además la principal proteína implicada en la respuesta de las células a la GH.

En general esta hormona aumenta significativamente durante el ejercicio en ambos casos, siendo algo mayor en el P2. No obstante el P1 muestra justo después de terminar la sesión que esta sigue aumentando para después bajar gradualmente y estabilizarse.

Como dato de interés cabe decir que el IGF-I es más valiosa por su cantidad que por su calidad, es decir, cambia su composición (proteínas) dependiendo de si estamos haciendo ejercicio o no, por lo que su calidad mejora cuando hacemos ejercicio.

Conclusión.

Podemos decir por lo tanto que el P2 se utiliza para aumentar la sección transversal del músculo o hipertrofia, ya que entre otras cosas produce en general un aumento mayor de las hormonas anabólicas. Sin embargo este tipo de entrenamiento no debe ser utilizado siempre, ya que como se ha dicho en diferentes artículos, la utilización del mismo tipo de entrenamiento produce una meseta o parón en la evolución muscular. Por ello es necesario la utilización de distintos tipos de entrenamiento (como por ejemplo el de la fuerza) dentro de la temporada, evitando así dicho parón y consecuente pérdida de motivación.

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