Tratamiento del asma a través del ejercicio

Tipos de ejercicio físico según grados de asma para mejorar sus síntomas y el rendimiento.

Tratamiento del asma con el ejercicio

El asma o también conocido como el asma bronquial, obedece a un tipo de enfermedad en el que encontramos episodios recurrentes donde aparecen dificultades para respirar junto con sibilancias, en donde se producen sonidos parecidos a silbidos. Es una enfermedad crónica que afecta a las vías respiratorias en la que encontramos una disminución del diámetro de las vías, un engrosamiento de la pared por inflamación y presencia de moco.
Las paredes respiratorias sufren esta reacción por factores como la exposición a un lugar frio y seco, al polen, ácaros, humo, y más, incluidos el ejercicio físico y el estrés. Arriba podemos ver una comparación entre unos bronquios normales junto con otros en pleno proceso asmático.

Cuando una persona tiene estas características, empieza a tener otro tipo de síntomas más visibles como son una opresión en el pecho, tos, falta de oxigeno o la propia respiración sibilante. Pero los ataques de asma no suelen ser muy largos, si no que suelen durar de 3 a 5 minutos en adultos y de 5 a 7 en niños, aunque pueden haber períodos con ataques asmáticos diarios que pueden durar varias semanas.

Por suerte, gracias a los medicamentos de hoy en día la enfermedad está muy controlada existiendo medicamentos para tratarla como el salbutamol y otros métodos como son la práctica del deporte.

 

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¿Qué ejercicio físico realizar según sus grados?

  • Asma de grado ligero: Pueden realizar el mismo tipo de ejercicio que las personas normales. Es importante aprender a diferenciar poco a poco entre asma y cansancio.
  • Asma de grado moderado o severo: Deben realizar ejercicio de forma bien programada o bajo supervisión médica. Nunca por cuenta propia.

El deporte realizado a una gran intensidad y una duración considerable puede que ayude a la aparición de crisis asmáticas (asma de esfuerzo). Aparecen 15 minutos después de iniciar la actividad o de 5 a 15 después de finalizarla. Pero además puede aparecer otra segunda fase tras el ejercicio a las 2 o 6 horas de haberlo finalizado (asma de aparición tardía).

El calentamiento mejora las crisis de asma haciendo que sean mínimas, y reduciendo las crisis intensas, con ello mejoraremos nuestro rendimiento deportivo y los síntomas.

Esto es debido a la aclimatación progresiva de las vías respiratorias, lo que a su vez se puede extrapolar a la vuelta a la calma, ya que poco a poco las vamos aclimatando hasta una parada total del ejercicio. Este protocolo producirá un mayor disfrute del ejercicio, de la vida social, deportiva y del ocio y que, junto a la medicina actual, producirá una adhesión al deporte prácticamente como una persona normal.

Un elemento importante a tener en cuenta es que cuanto más frio es un ambiente, mayor será la crisis cuanto más caluroso sea el medio tras parar la actividad, de ahí la importancia de la vuelta a la calma. Los lugares más indicados son aquellos que sean cubiertos o en ambientes cálidos y húmedos, así por ejemplo la natación es muy apropiada para esta enfermedad.

Especial atención merece esta población ya que debido a su sedentarismo puede desarrollar otros tipos de enfermedades como por ejemplo del aparato cardio circulatorio o locomotor, por ello la práctica de deporte reduce estas complicaciones haciendo al sujeto una vida más plena y de mayor calidad.

Cosas que debes tener en cuenta antes de realizar deporte:

  • No hacer deporte a una gran intensidad si el asma no está controlado, existe tos intensa o respiración sibilante.
  • Evitar entrenar en ambientes contaminados, o con mucho polen.
  • No hacer ejercicio si hay infección respiratoria.
  • Evitar entrenar en la medida de lo posible si el ambiente es frio y seco.

 

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