Efectos del cannabis en el rendimiento deportivo

Efectos perjudiciales del cannabis en nuestro organismo y su repercusión a nivel deportivo. Efectos fisiológicos y psicológicos ligados al deporte.

 

Como profesor de la asignatura de Educación Física, he podido observar una clara pasión de los adolescentes por alcanzar los máximos niveles deportivos. Existe una continua admiración por los deportistas de más alto nivel: su habilidad, velocidad, potencia, inteligencia deportiva, fama, etc; incluso a algunos de ellos se les ve con el potencial que hace falta para llegar a tal éxito.

El problema viene cuando se encuentran en una etapa en donde están en constante experimentación y aprendizaje. A veces por sentirse parte de un grupo y otras por probar, prueban el tabaco, y por seguir probando, llegan a la marihuana. El hecho de probar lleva consigo la posibilidad de la adicción, y dicha adicción, a la ruina de sus muy prometedoras carreras deportivas, las cuales además, están al alcance de muy pocos. Lo cierto es que el cannabis se considera la tercera droga más consumida después del alcohol y el tabaco entre las edades de 14 y 18 años en España, aumentando su consumo un 15% más en los últimos años.

En este artículo vamos a conocer cómo afecta a nuestro organismo la marihuana, tanto sus efectos a corto como a largo plazo y el daño que esto puede hacer a los valores del deporte. Además, concienciar a la población sobre los efectos devastadores de su uso recreativo, sobre todo a los más jóvenes que están en un periodo crucial de crecimiento.

 

Comprendiendo cómo actúa el cannabis en nuestro cuerpo

Si pensabas que el consumo de la marihuana era algo que empezó a popularizarse en los años 60 con el movimiento hippie, estarás muy equivocado. Existen datos del uso de esta sustancia ya cerca del año 2700 a.C. Ya el uso de la planta se utilizaba desde para hacer prendas, medicinas, recetas o por sus famosas propiedades psicoactivas (Zuardi, 2006). Incluso en el Tíbet se consideraba sagrado y se usaba para la meditación. Pero antiguamente no tenían la información que tenemos hoy en día, por lo que podemos afirmar lo siguiente.

El principal compuesto de la planta es el delta9-tetrahidrocannabinol (THC). Este cannabinoide es el más importante ya que se encarga de los controvertidos efectos lúdicos. El segundo componente más conocido es el Cannabidiol (CBD) que produciría el efecto sedante y antiinflamatorio. Este último hace que se debata su consumo legal entre la población ya que sus efectos pueden ser beneficiosos para personas con enfermedades y dolores. Sin embargo, si el CBD viene acompañado del THC serán de bastante más peso los efectos perjudiciales que beneficiosos.

En el cerebro, el cannabis actúa en unos receptores específicos (CB1 y CB2), más concretamente actúan las zonas del hipotálamo, los ganglios basales, la amígdala cerebral, el tallo del cerebro, la médula espinal, el hipocampo y el cerebelo, entre otros; que se encargan de la memoria, percepción del dolor, coordinación motora, aprendizaje, el juicio y el placer (Sagredo, 2011). Por ello, una persona que tenga afectada estas regiones, será mucho más susceptible a la sugestión y su juicio podrá ser alterado de forma más fácil. Además, un uso continuado de esta droga podrá ocasionar alucinaciones y comportamientos psicóticos (Aldington, 2007) los cuales veremos más en detalle a continuación.

 

Efectos negativos del cannabis en la salud

Cuando el THC activa los receptores CB1 y CB2 provocará una serie de cambios en el sistema nervioso, cambios que dependiendo de la cantidad, afectarán más o menos. Según Sagredo (2011) y Gutiérrez (2006) se podrá observar:

  • Afección al sistema inmune.
  • A largo plazo puede dar lugar a bronquitis crónica y a una mala función respiratoria (American Thoracic Society, 2013).
  • Alteración del sistema nervioso: la memoria, el aprendizaje, el desarrollo cerebral y funciones motoras.
  • Disminución de la memoria a corto plazo.
  • Aumento de frecuencia cardiaca (FC), relajación y ensanchamiento de bronquios, dilatación de los vasos oculares.
  • Síntomas psicóticos: preferentemente los que comienzan a consumir esta sustancia en una edad temprana.
  • Aumento de padecer enfermedades psiquiátricas como esquizofrenia o depresión, relacionadas con el suicidio.
  • A corto plazo provocará alteraciones de la coordinación, pérdida de concentración, aumento de la FC, somnolencia, alucinaciones, ansiedad y trastornos psicóticos.
  • Alteración del mecanismo de recompensa.

Mención especial merece el mecanismo de recompensa. De forma escueta, el sistema de recompensa se basa en repetir en el futuro las situaciones que nos han provocado placer.

Nuestro encéfalo hace que asociemos ciertas situaciones con una sensación de placer; fumar cannabis nos proporcionará dicha sensación al aumentar los niveles de dopamina (que nos hará sentir bien), por lo que nuestro sentido más primario nos hará buscar esa sensación, como la sensación de beber agua cuando llevas un día sin beber o comer algo cuando tienes mucha hambre. El cerebro tiene por lo tanto unos mecanismos primarios o básicos que nos premian ciertas acciones por encima de otras, para de esta forma aprender qué es bueno y qué no. Así, nos hará sentir muy recompensados por fumar si con ello nos sentimos alegres y relajados.

 

También te puede interesar, «los efectos del alcohol sobre el rendimiento deportivo».

 

En cuanto a los estudiantes, según la ESTUDES (Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias) de 2016, el 44% de adolescentes y jóvenes (14-18 años) consumidores de cannabis repitieron curso académico durante el último año.

En cuanto a los adultos, estudios como el de Terry-McElrat, aquellos que comienzan a consumir esta sustancia siendo adultos jóvenes y lo hacen de forma prolongada, tendrán más problemas de salud a los 50 años que las personas que solo la consumieron a corto plazo. Figura 1.

Efectos del consumo de cannabis sobre la salud y el rendimiento deportivo.
Figura 1.

 

Efectos del cannabis en el rendimiento deportivo

No olvidemos que fumar cannabis es todavía «fumar», por lo que estaremos también inhalando humo. Este hecho para el rendimiento es bastante perjudicial para las vías respiratorias en tanto en cuanto se obstruye el flujo de aire, teniendo un efecto similar al de 2-4 cigarrillos de tabaco. Alrededor de esta afirmación existen muchos mitos, como que un «porro» no es tan perjudicial como un cigarrillo normal o que directamente no es perjudicial. Lo cierto es que los estudios de Kennedy (2017) nos indican:

  • La reducción del volumen espiratorio forzado en relación con la capacidad pulmonar (cantidad máxima de aire exhalado forzadamente partiendo de una inhalación total, también recibe el nombre de capacidad vital forzada).
  • A corto plazo está relacionado con la inflamación de las vías respiratorias.
  • A largo plazo produce enfermedades como la bronquitis crónica y el deterioro de la función respiratoria.

Esto por lo tanto nos llevará a la reducción de la resistencia aeróbica (resistencia) ya que las principales vías de intercambio gaseoso se ven afectadas (Veloso, 2012).

Murray (2001) en una revisión de estudios sobre el cannabis y el rendimiento deportivo concluyó que esta sustancia no mejoró ni la resistencia aeróbica ni la fuerza en deportistas.

Este mismo autor, afirma que al poco después de haber consumido la sustancia, la FC aumenta el pulso entre unas 20 y 50 palpitaciones más por minuto, pero la respiración se relaja, por lo que existirá (durante la primera hora de haber consumido esta sustancia) 5 veces más probabilidad de sufrir un ataque al corazón. Esto es así debido a que se tiende a aumentar la presión arterial, el ritmo cardíaco y disminuye la capacidad de transportar oxígeno.

existirá (durante la primera hora de haber consumido esta sustancia) 5 veces más probabilidad de sufrir un ataque al corazón.

Según el artículo de Dr. Franchek Drobnic (2003), fumar cannabis aumenta el depósito de alquitrán y monóxido de carbono (COHb) en comparación con las concentraciones observadas al fumar tabaco solo. Dicha utilización de la droga hace que la presencia de COHb sea hasta 5 veces superior que en el fumador habitual, con las siguientes consecuencias: mayor fatigabilidad, alteración del tiempo de recuperación, dificultad de adaptación cardíaca y deshidratación. También veremos otras afecciones como cambios bruscos de estado de ánimo, baja coordinación, alteración de la percepción de esfuerzo, concentración, etc.

Por último, debemos saber que la WADA (World Anti-Doping Agency) ha prohibido el consumo de cannabinoides (salvo el CBD) aunque estos no tengan ningún efecto ergogénico. Esto es así para que el nombre del deporte y sus valores no se vean manchados por las drogas, por su implicación social, sobre la salud y para ser un ejemplo de superación y estilo de vida saludables.

 

El CBD como sustancia ergogénica

Como se ha comentado al principio, uno de los componentes de la marihuana es el CBD. Este componente adquirido en el organismo de manera aislada (sin el THC) ha sido estudiado como elemento que ayude en ciertos deportes, ya que produciría el efecto sedante y antiinflamatorio.

Estos efectos pueden ayudar a reducir la ansiedad, para relajarse, conciliar el sueño y reducir las veces que nos levantamos en las noches (Kuhathasan et al., 2019), y disminuir las inflamaciones. Tal es el caso de los deportes de contacto o deportes extremos en donde los deportistas están expuestos a grandes golpeos, pudiendo tener graves dolores de cabeza, musculares o articulares. Se usa también como coadyuvante (que participa en la ayuda) de la recuperación muscular y modular la ansiedad precompetición.

Ahora bien, como ya hemos visto, el hecho de fumarlo continuadamente podrá reducir nuestra capacidad aeróbica, por lo que un consumo de esta sustancia deberá hacerse bajo supervisión médica o de los profesionales pertinentes.

 

Bibliografía

  • American Thoracic society.(2013) Fumar marihuana y los pulmones. Am J Respir Crit Care Med Vol. 187, P5-6. Disponible en: https://www.thoracic.org/patients/patientresources/resources/spanish/marijuana.pdf
  • Calderón Gonzálvez, S. (2020). La percepción de los deportistas sobre el consumo de cannabis en el mundo deportivo. Trabajo de fin de grado. Disponible en: https://riull.ull.es/xmlui/handle/915/20237
  • Kuhathasan, N., Dufort, A., MacKillop, J., Gottschalk, R., Minuzzi, L., & Frey, B. N. (2019). The use of cannabinoids for sleep: A critical review on clinical trials. Experimental and Clinical Psychopharmacology, 27(4), 383–401.
  • Kennedy MC(2017) Cannabis: Exercise performance and sport. A systematic review. NCBI. Doi:10.1016/j.jsams.2017.03.012
  • L. Gutiérrez-Rojas (2006). Efectos del cannabis sobre la salud mental en jóvenes consumidores. Rev Med universidad navarra/vol50,Nº1,3-10
  • Murray A. Mittleman, Rebecca A. Lewis, Malcolm Maclure, Jane B. Sherwood, and James E. Meller (2001). Triggering Myocardial Infarction by Marijuana
  • Rotter A.(2013) CB1 and CB2 Receptor Expression and Promoter Methylation in Patients with Cannabis Dependence. Eur Addict Res. (pp. 13-20) Doi:
    https://doi.org/10.1159/000338642
  • Zuardi, A. (2006). History of cannabis as a medicine: a review. Rev. Bras. Psiquiatr., 28(2), 153- 157.
  • Sagredo, O. (2011). Efectos farmacológicos y fisiológicos del consumo de cannabis. Trastornos Adictivos, 13(3), 94-96.
  • https://archivosdemedicinadeldeporte.com/articulos/upload/editorial_385_97.pdf
  • http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-91902019000100076

1 comentario en «Efectos del cannabis en el rendimiento deportivo»

Deja un comentario

Traducir »