Efectos del alcohol sobre el organismo en deportistas

Efectos perjudiciales que produce el alcohol en el cuerpo humano y su relación con el ejercicio.

Efectos perjudiciales del alcohol con el ejercicio

Todos hemos escuchado que el alcohol entre otras cosas, es malo para la ganancia muscular. Pues bien, en este artículo vamos a ver detenidamente cómo el uso del alcohol no solo no ayuda a ganar músculo si no que produce más efectos perjudiciales sobre éste.

Como ya se ha dicho, el alcohol es perjudicial para la gente que entrena la hipertrofia muscular. Si en nuestra alimentación destacamos un uso excesivo de esta bebida, es muy importante recalcar que estamos impidiendo que el músculo se desarrolle debidamente.

Todo aquel que entrena su cuerpo y lo machaca para conseguir resultados espectaculares en hipertrofia y definición, no conseguirá su objetivo de la mejor manera, ya que además encontramos que nos aportan muchísimas calorías que nos irán directamente a nuestras reservas de lípidos (grasas). Por ello, si estás entrenando en serio, y quieres los mejores resultados, no abuses del alcohol en los fines de semana o durante esta por los motivos que a continuación explicaremos.

 

Efectos perjudiciales del alcohol en deportistas

  • Eleva los niveles de cortisol (hormona del catabolismo/pérdida de masa muscular).

  • Disminuye los niveles de testosterona (hormona anabolizante/produce masa muscular).

Existen varios estudios que demuestran que el alcohol hace que en las mujeres el hígado cree grandes cantidades de hormonas femeninas, mientras que en los hombres ese efecto se transfiere a la inhibición de los receptores de testosterona en el músculo e hipotálamo. Además, aumentan la fatiga y la agresividad, y las erecciones y libido disminuyen.

  • Dificulta a nuestro organismo la absorción de los nutrientes, entre ellos a nuestros músculos.

  • Causa deshidratación del organismo.

Nos enfrentamos a la pérdida de una sustancia crucial en el funcionamiento del organismo, ya que nos componemos de un 60 a 70% de agua. Es el principal transporte de nutrientes a nuestras células musculares, debido a que muchas sustancias y nutrientes son solubles en esta, y además ayuda en la eliminación de las productos de desecho.

Pero no solo eso, las articulaciones necesitan de este líquido para evitar el roce entre los huesos, amortiguando y reduciendo la presión en dichas uniones cuando las sometemos a grandes fuerzas de compresión. Los músculos también la requieren para establecer su contracción o para regular con los sistemas tampón las fluctuaciones del pH.

Si antes veíamos que necesitábamos de un 60 a 70% de agua, el cerebro por su parte necesita un 75%, y tratándose del órgano más importante del cuerpo humano, es de vital importancia mantenerlo cuidado e hidratado para nuestro correcto funcionamiento. Y ya no solo el cerebro, sino componentes esenciales de este, como el líquido cefalorraquídeo y la médula espinal, o las vías de comunicación que suponen los espacios sinápticos (transmisión del impulso nervioso).

 

  • Disminuye la tasa de azúcar en la sangre.

De esta forma se hace escasa la disponibilidad de los Hidratos de Carbono en la sangre, y por lo tanto la reacción será un agotamiento prematuro y paulatino de nuestro organismo debido a que nuestros músculos se van quedando sin su energía, o inclusive el cerebro (que tiene como fuente principal de energía los CH).

 

  • Provoca carencia de vitaminas B1, B2, B6, B12 y C. Vitaminas vitales.

Vitamina B1:
Nos ayuda a mejorar el estado de ánimo, de forma que refuerza el sistema nervioso evitando depresiones, irritabilidad, agotamiento, pérdidas de memoria y concentración. Además beneficia el crecimiento y la digestión de los CH.

Vitamina B2:

Esencial para la reproducción, el crecimiento, además del buen estado de la piel, uñas cabellos, membranas mucosas e incluso la visión.

Vitamina B3:

De gran importancia para la liberación de la energía y el mantenimiento de las células, a la vez que el sistema digestivo. Ayuda en la síntesis de las hormonas sexuales, cortisona, tiroxina e insulina, y es fundamental para cuidar la salud del cerebro y el sistema nervioso.

Vitamina B6:

Muy importante para el crecimiento debido a que ayuda a asimilar las proteínas, CH, y las grasas, ayudando también a la formación de glóbulos rojos, anticuerpos, la vitamina B3, y el ácido clorhídrico del estómago. Y en cuanto a la absorción, beneficia la permeabilidad de la vitamina B12 (que veremos más adelante). Por último refuerza la prevención de las enfermedades nerviosas y de la piel.

Vitamina B9 (ÁCIDO FÓLICO):

Esta vitamina junto con la B12 participa en la síntesis del ADN (proteínas que componen los cromosomas y que recogen el código genético que dirige el metabolismo celular), muy importante para el crecimiento y el desarrollo del ser humano. Además tiene multitud de funciones más como la protección contra parásitos intestinales, aumentar la leche materna, prevenir úlceras bucales, etc.

Vitamina B12:

Otra vitamina fundamental para el organismo. Mejora la regeneración de la médula ósea y los glóbulos rojos, además como se ha dicho anteriormente, es vital para la síntesis del ADN. Además mejora la memoria y reduce la irritabilidad.

Vitamina C:

Una de las más famosas e importantes para nuestro cuerpo. Tiene muchísimas funciones las cuales destacaremos: la conservación de huesos y dientes, la absorción de hierro, la estimulación de la circulación sanguínea, ayuda en el metabolismo de las células y se cree que mejora la firmeza cutánea. Además mejora la cicatrización de las encías, previene alergias, resfriados y por último mejora las defensas del organismo.

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Conclusión

Como vemos son muchos los factores por los que el alcohol nos perjudica a la hora de hacer ejercicio a pesar de ser un bien calórico. Aunque estemos bien nutridos y alimentados, a modo de resumen vemos que esta sustancia impide al organismo absorber los nutrientes de los alimentos a través del intestino delgado, provocando faltas de apetito y perturbaciones nocivas causadas por la caída en el nivel de electrolitos, vitaminas y en la glucemia.

Para finalizar es muy importante destacar de nuevo que si queremos tener un buen cuerpo en el que tengamos el mínimo nivel de grasas y además tener un gran nivel de músculo, es imprescindible no beber muy a menudo.  Y ni qué decir tiene el daño que provocamos al hígado y al sistema nervioso, llegando a producir enfermedades como cirrosis a largo plazo, el coma, e incluso la muerte.

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